
Latinoamérica es una de las regiones del mundo donde existe mayor potencial de fuentes de energía limpia y renovable, donde existen las más grandes posibilidades de su uso para mover todo su desarrollo productivo, porque se puede generar energía eléctrica a partir de energía natural y de sus fuentes renovables, pero un bajo porcentaje de países los usan.
En ese sentido, portavoces de la Corporación Andina de Fomento (CAF), han afirmado que sí en la región se gestionará el uso de la energía renovable con la misma frecuencia e intensidad con las que se gestiona en las naciones miembros de la Unión Europea (UE), se estaría ahorrando unos USD 21.400 millones en consumo por electricidad.
Es una región privilegiada no solo por sus magníficos atributos paisajísticos y productivos, sino también por las enormes posibilidades de aprovechar fuentes alternativas y renovables de energía a partir del sol, el viento, la biomasa o fuentes geotérmicas. Sin embargo, cada vez más hay una demanda de energía y no se está impulsando su uso de forma adecuada.
Urgentes cambios de paradigmas
Más del 80% de los habitantes de Latinoamérica vive en urbanismos localizados en las ciudades y este crecimiento muchas veces anárquico amerita de mayor generación energética. Así como también, la necesidad de satisfacer las necesidades básicas de esta población amerita del desarrollo de actividades productivas que necesitan de energía.
Esta cifra supone que más de 30 millones de personas en Latinoamérica aún no cuentan con servicio de energía eléctrica en sus comunidades y por ende también se presenta escasez de energía para producir de manera eficiente para cubrir demandas básicas de productos.
Pero, las proyecciones de organismos y expertos en la materia prevén que solo el 20% de la energía se producirá por fuentes renovables en la región hacia el año 2050, lo que implica que es urgente cambiar de paradigma para poder hacer un uso consciente y eficaz de las fuentes de energía alternativa que existen en la región.
Sumar regulaciones y certificaciones verdes
Para mejorar la capacidad y calidad de la producción energética en Latinoamérica se deberán impulsar planes y políticas hacia una gestión acompañada con acciones tendientes a optimizar entre la oferta de energía, la energía consumida por los ciudadanos y los productos energéticos que se obtienen en cada país de la región.
Con la finalidad de incrementar la generación de energía renovable incluso en países con los potenciales más alto de fuentes limpias como Uruguay, Brasil, Honduras, Costa Rica, Chile y México, implementando regulaciones y certificaciones en cuanto a las normas de sellos verdes y huellas de carbono de sus empresas e instituciones.
Este tipo de propuestas han surgido desde distintas organizaciones ambientalistas, promotoras y financieras para impulsar una producción energética favorable para disminuir los efectos del cambio climático y aprovechar el gran potencial de la región por medio de proyectos y acciones.
Siendo necesario adelantar reformas energéticas que acerquen a Latinoamérica al uso sustentable de energías limpias, para lo que se debe buscar el aumento en regulaciones e incentivos para las empresas que produzcan cuidando el medio ambiente.